Comparación de amor
El amor posee una
extraordinaria fuerza expansiva. Cuando se pronuncia se llena el espacio de nuestra
imaginación no de una sola figura, con contornos definidos e inequívoco, sino de
múltiples representaciones muy diferentes entre si como el amor maternal y el
amor de una pareja. Mientras que el primero es eterno, el segundo sino se lo
sabe cultivar pude morir.
El amor de pareja se alegra al
escuchar los latidos de su corazón, mientras se regocija en su pecho. El otro
antes de nacer ya se regocija con escuchar los primeros latidos de su tierno
corazón.
El amor de pareja te hace
feliz; pero a veces puede atormentarte el corazón y hasta es posible que te lo
rompan. El amor maternal no le importa si te rompen el corazón con decepciones
o ingratitudes, perdona y olvida, basta una sonrisa, un beso, un abrazo, un te
quiero, porque sólo funciona el corazón, no así como aquél que puede influir el
razonamiento.
Si amor significa: Sufrir,
llorar, reír, crecer, sol, viento, marea, tormenta, razón de vivir, penas,
alegrías, agonía, una gran ilusión, vitamina diaria, calmante para el dolor, el
amor maternal se queda con las palabras más positivas.
Mientras que el amor de pareja
algunas veces culmina con el sexo, otras veces empieza con ello, el amor
maternal nunca culmina.
En la vida siempre se tiene
los dos amores más fuertes; pero uno de ellos a veces puede esconderse, no se
puede gritar a los cuatro viento, tan sólo se ama en silencio y entre silencio
y silencio se quema, es una satisfacción de penas y alegrías.
Kali Gibrán decía: “Cuando les
llegue el amor, síganlo aunque su camino sea rudo, porque así como el amor
corona, así crucifica”.
Alfonso Rey plasmó: “Amar es
servir y de lo que el hombre gusta es de ser servido, ¿Cómo entonces, no le va
a resultar costoso amar”?
El amor sirve para que el
corazón no esté triste y amargado. Si quieres que tu corazón permanezca
intacto, no se lo des a nadie, ni siquiera a un animal,
asegúralo en el ataúd del egoísmo,
así permanecerá intacto y no sufrirá.
Señor, te pido que cuando mi
hija sea madre, adormécele el dolor.
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Prof. Gladys Fernández Justiniano
“Los hijos son las anclas que
sujetan a una madre a la vida”
(Sófocles)
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